A las puertas de la ciudad
Lucía, de Cantabria
Me quedé sin pedal de embrague en una de las calles más concurridas de entrada a la ciudad y en hora punta, (menos mal que fue en un carril lateral). Ante los nervios iniciales, busqué el teléfono de MAPFRE y tras esperar unos minutos (menos de cuatro) me atendió un asistente que no tardó nada en localizar mi póliza. Me explicó que la grúa se pondría en contacto conmigo tras nuestra llamada y esta no tardó ni dos minutos en llamarme. El chofer de la grúa me pidió localización y destino (taller) para el coche. Al ser al mediodía, me indicó que el taller, cuando quisiera llegar, estaría cerrado y me informó del procedimiento habitual (dejarían el coche en sus instalaciones y al abrir el taller por la tarde lo llevarían a primera hora).
Me habían notificado por sms el tiempo de espera de la grúa y la matrícula de la misma y, aunque lo habían estimado en cuarenta minutos, esta llegó en poco más de un cuarto de hora. A su llegada el chofer me dijo que se había puesto en contacto con el taller para avisar de que iba a llevar el coche a primera hora de la tarde y llamó él mismo al taxi para que me viniera a buscar al lugar del suceso. El taxi tardó menos de 5 minutos y me dejó en mi destino sin más problemas.
Supongo que al estar en la ciudad los plazos de espera fueron más cortos (cosa que agradecí mucho). He de recalcar que el trato fue estupendo en todo momento y se ocuparon de todo por mí.