Aquí no hay nada que ver

Rosa, de Alicante

Todo sucedió en un pueblo cercano al mío, dejé mi vehículo estacionado en una calle, cuando fui a recogerlo. ¿Cuál fue mi sorpresa? Se había desprendido un trozo de cornisa de un balcón, con tan mala suerte que le dio a mi vehículo de lleno. Llamé a la policía e hicieron un atestado, pero no teniendo suficiente mala suerte, resultó que el edificio no tenía seguro. Por suerte, mi seguro, cuando fui a dar parte del suceso, se portó de maravilla, fueron muy atentos y con solo ir una vez se solucionó todo, antes de 15 días tenia el coche pintado y como si no hubiese pasado nada, impecable.