Con la familia a cuestas
Hace 1 año
Paloma, de Madrid
Me quedé averiada el día de Nochebuena en Chinchón. Iba a cenar a casa de mis padres con mis hijos y perro incluidos. Se me paró el coche de pronto antes de bajar el Puerto. Llamé a MAPFRE y me atendieron enseguida y la grúa y el taxi contactaron conmigo en «menos de cinco minutos». Tardaron unos 15 – 20 minutos como mucho en estar allí. Pensé que tenía una avería en el motor de arranque y resulto ser una tontería que me solventaron. Pude continuar mí viaje y como mucho supuso una hora de «trastorno». En un día como ese, por la tarde, me esperaba una demora enorme. Me dieron todas las facilidades y atención superamable y cordial. Proveedores fantásticos. Mientras pueda, no me cambio de compañía. MAPFRE es MAPFRE. Muchas Gracias.