Corazón roto
Iván, de Tenerife
En un momento determinado, iba a comprar un segundo coche para mi casa. Este vehículo era usado. Cuando lo vi, me enamoré del mismo, estaba prefecto de todo, así que incluso antes de probarlo apalabré con el propietario para hacer el traspaso lo antes posible. Por mi parte, solicité a MAPFRE una cobertura de seguro con fecha atrasada, (era mediados de abril y el coche me lo daban con seguro hasta mayo). Y oh, sorpresa, cuando lo traen para probarlo, tenía un fallo en la caja de cambios brutal. El dueño decía que eso nunca lo había hecho, pero el hecho era que no caminaba como debía. Claro, ante esta incidencia y las palabras del propietario, me vi en la obligación de cancelar la compra del vehículo y, por supuesto, la compra de la póliza. Ya se había pagado con tarjeta de crédito y sabemos lo complicado que es hacer una devolución de una tarjeta. Sin embargo, el personal de la oficina de MAPFRE, no dudó ni un segundo en realizar todas las gestiones para que me devolvieran el importe pagado, y en tiempo prudencial. Ole por estos empleados.