Hace 3 años

Patricia, de Pontevedra

Dejé mi coche en el parking de la empresa y, al día siguiente al entrar a trabajar, me lo encontré con una rueda pinchada. Era domingo de mañana, el parking se cerraría al terminar mi jornada y al día siguiente era festivo, así que no tendría tiempo para dedicarme a cambiar la rueda yo y en las afueras un domingo tampoco podía pedir ayuda. Me costó encontrar el teléfono de asistencia del seguro, no lo tenía en mi agenda y si hay mala cobertura cuesta acceder a Google y buscar, pero fallo mío por no tenerlo anotado. Por lo demás, la grúa llegó en media hora y como yo estaba trabajando le di las llaves al chico y él solo se encargó de todo, sin tener que abandonar yo mi puesto de trabajo.