Hace 5 días

Álvaro, de Toledo

Nos salió una humedad en la habitación de la niña pequeña. Llamamos al seguro y rápido vino un fontanero (dijo que era del plato de ducha) y empezamos la reparación (no quedé convencido de su opinión y pedí a MAPFRE que enviase a otro profesional). Me mandaron al perito directamente, él dio solución a todo, sin rollos, sin peros, al revés, era una avería que perjudicaba la salud de la pequeña. Ese mismo día nos llamó el carpintero, llegó, desmontó todo el friso y dejó las paredes limpias para el albañil. En menos de dos días ya estaba las paredes listas para que cuando remitiera la humedad poder empezar con pintura, parqué y revestimientos de frisos. Por desgracia, el pintor venía cada quince días o menos, pero la humedad remitía muy poco.

Hubo que esperar varios meses, pero en cuanto vio que se podía empezar, fue visto y no visto. Los profesionales que vinieron no sólo hicieron su trabajo digno de un museo, sino que nos aconsejaron qué era lo mejor que debíamos hacer, aunque eso fuese invertir un día más por una capa extra o un producto mejor para su mantenimiento posterior. Hoy, la habitación vuelve a ser habitable, el baño útil desde el primer día y mi pequeña con una preocupación menos para dormir. He de reconocer que desde que estoy en MAPFRE me da miedo dar un parte por el lío que se monta en casa, pero nunca por el resultado de la reparación. Estamos muy seguros con que cualquier problema en el hogar, si tiene solución, MAPFRE la dará seguro.