El valor sentimental de las cosas

Hace 10 meses

Jordi, de Madrid

Una fiesta en casa, un jarrón de cristal con unas flores que cayó en una mesa de centro, aperitivos y copas de Baccarat, platos de Limoges y el cristal de la mesa de Togo se partió en mil pedazos…. Después del disgusto, el estropicio, limpiar antes de pasar a la comida, y la tristeza del valor sentimental por las piezas de la bisabuela que se habían roto… ni me acordaba del seguro, se me ocurrió llamar para preguntar si me repararían la mesa, y no solo me la repararon. Al tener todavía el resto de las copas y los platos, nos los abonaron… la verdad me quedé súper sorprendido. En 5 años habremos utilizado el seguro 3 veces, pero me da muchísima tranquilidad saber que están ahí ante cualquier problema.