Hace 3 años

Antonio, de Madrid

He trabajado en la automoción durante cuarenta años y en mi relación con talleres, concesionarios y fabricantes, siempre escuché comentarios elogiosos para MAPFRE, como una compañía que pagaba sin racanería, que analizaba todos los detalles para ser justa en sus indemnizaciones y que no «explotaba» a sus proveedores (talleres y técnicos).

Cuando tenía que renovar el seguro de mi coche, cambié a MAPFRE desde otra compañía y no me arrepiento; en años sucesivos he ido asegurando otros coches de mi familia y estamos contentos.

Finalmente, contratamos el seguro del hogar de dos viviendas y la respuesta de MAPFRE ante los daños de la borrasca «Filomena» ha sido excepcional. He contratado otro seguro para un nuevo vehículo y espero seguir igual de satisfecho para poder cambiar otros seguros que tenemos.