Hace 8 meses

Germán, de Pontevedra

Mi hija estudiaba magisterio en Pontevedra capital, que está a unos 30 km de donde vivimos. Tenía un examen a las 13h y se llevó el coche como todos los días. Antes de ir a la facultad, se paró en la tienda de música para recoger unas partituras y un libro, los metió en el maletero y lo cerró… ¡con las llaves dentro! Como se cerraban de forma independiente las puertas y el portón del maletero no había manera de poder coger las llaves. Teníamos otro juego de llaves, pero lo tenía yo en casa, a 30 km. Me llama desesperada, que no podía entrar en el coche, que iba a llegar tarde al examen, que estaba a unos 3 km… En fin, un drama.

Yo no tenía forma de poder hacerle llegar las llaves que tenía en casa y, en un momento de desesperación, recordé que tenía asistencia desde el km 0. Entonces se me ocurre llamar a la oficina de MAPFRE y explicarle la situación. La persona que me atendió, muy amable, me dijo que no me preocupara, que me enviaban un taxi que se encargaría de hacerle llegar las llaves a la chiquilla. Y así fue. A los 5 minutos tenía un taxi en la puerta, le di las llaves y la dirección donde estaba mi hija y allá se fue. Llegó, le dio las llaves y pudo abrir el coche y salir «disparada» hacia la facultad. Sacó un 10 en el examen.