Ojos que ven
Consuelo, de Toledo
Una mañana, fui a coger mi coche que estaba aparcado en la calle y me encontré una nota en el parabrisas donde me indicaban modelo y matricula del coche que me había rozado toda la aleta derecha del coche y descolgado el guardabarros un poco. Así que, sin mucha esperanza, me dirigí a abrir un parte en la oficina de MAPFRE y me atendieron estupendamente, indicándome la complejidad del proceso, en este caso en concreto, ya que la nota no me la había dejado el conductor del otro coche sino un testigo. Finalmente, todo se resolvió en un tiempo bastante rápido y llevé el coche a un taller concertado con MAPFRE en otra ciudad, porque en ese momento me encontraba fuera de la mía. Me lo han reparado muy rápido y con una atención inmejorable la verdad.