Hace 3 años

Antonio, de Madrid

Una habitación que apenas uso de mi domicilio, empezó a despegar las tablas de un suelo de parqué de roble y, en la pared, afloran manchas que no se quitaban. Me pongo en contacto con la asistencia de MAPFRE y sus profesionales comienza a actuar. Primero un fontanero que descubre rápido el problema en un radiador, lo soluciona. En cuanto ha secado, el parquetista comprueba daños al suelo y rodapié y actúa, sustituyendo éste por una tarima flotante (en alguna parte de la habitación, esta flota más o tiene más recorrido). Luego toca el turno del pintor, que nos devuelve la pintura a sus estado original (2 meses antes se había pintado la casa completamente). Finalmente, un carpintero de primer nivel, restituye los rodapiés y repasa las puertas para su correcto cierre. Una aventura que ha sido fácil resolver gracias a MAPFRE y sus profesionales.